(Foto: Rolando Andrade)
(Segunda parte de la declaración de Sebastián)
Luego de contar su historia, Sebastián respondió las consultas
de fiscales y jueces. Consultado acerca de la actitud de Silvia Molina, su
apropiadora, la diferenció de la de Nora Raquel Manacorda, la médica que
falsificó la partida de nacimiento: “Manacorda hizo esto desde el Estado porque
formaba parte de una institución, era un engranaje del plan sistemático, en
cuanto a Silvia creo que lo hizo por una cuestión más cultural. Tuve un clic
cuando me enteré de la causa por mi apropiación, cuando dejé de pensar que me
habían regalado y me di cuenta que me habían robado. Creo que Ángel (Capitolino,
su apropiador) sí sabía y me gustaría que esté acá para ser querellante contra él”.
Carlos Rozansky, presidente del tribunal, le preguntó a
Sebastián si en algún momento había hablado con Capitolino. “Yo no, no sé María
José (su hermana de crianza), ella tenia relación, yo casi no tenía. Además lo
internaban mucho, lo fui a ver al Hospital Ramos Mejía, después se separaron con
Silvia y ahí nos enteramos que no éramos hijos biológicos”.
Otro magistrado quiso saber si Silvia, su apropiadora, lo apoyó
en la búsqueda de su identidad o la trabó. “Siento que acompañó, hasta qué
punto soy racional y hasta qué punto pienso desde el afecto, no lo sé, yo también
me lo pregunto. Lo que sé es que soy digno de mi historia de mi origen, soy
digno de mis viejos (en este pasaje Sebastián se largó a llorar). Mis viejos me
han enseñado a vivir parados parados en la dignidad, y si hay alguien que me
enseñó en la vida a ser digno es mi abuela Angelita (Barilli de Tasca), que está
acá presente”.
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