En la
segunda audiencia del juicio, la hermana de crianza de Sebastián Casado Tasca, María
José Capitolino, declaró hoy a la mañana ante el TOF 1 de La Plata.
La joven,
también anotada como hija propia por el matrimonio compuesto por Silvia Molina
(imputada) y Ángel Capitolino (fallecido), relató que cuando obtuvo todos los
datos la increpó a Molina y le preguntó si lo que se decía era verdad. “Sí, es
verdad”, le contestó ella pero también le contó que Capitolino le había dicho
que “le querían hacer una maldad y que había sido sobreseído”.
Luego de la
separación de Capitolino y Molina, María José perdió contacto con él, que formó
otra pareja. Contó que ella se hizo el ADN antes de la muerte del apropiador (ocurrida
en 2005) y que el hombre seguía negando que fuera adoptiva. “Seguía diciendo
que era hija natural de él”, dijo, y explicó que Sebastián se realizó el
análisis más tarde pero que esa decisión no tuvo que ver con la muerte del apropiador.
Además,
contó que el hombre los trataba mal: “Dejaba mensajes y amenazas a todos por
igual por el contestador del teléfono, por mí, por discusiones. Él me pedía que
lo mantuviera económicamente y yo me negaba”.
Con
respecto a la apropiadora, narró: “Ella empezó a ir hace ocho meses a terapia,
yo pienso que le aportó mucho. Ella me ha pedido sinceramente perdón por
haberme ocultado la verdad durante tantos años, comprende que cometió un delito
que tiene consecuencias más allá de lo legal”.
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