lunes, 12 de noviembre de 2012

“La genética tiene un peso terrible, esa bonhomía, esa valentía, ese sentido de justicia que tiene, es la de Quinto”


El último testimonio de la segunda jornada de audiencias en el juicio por la apropiación de Sebastián Casado Tasca, fue María Josefina “Cotita” Casado, tía paterna de Sebastián. “No la conocí a Adriana, yo estaba detenida en el 76, cuando Quinto la conoció. Supe que estaba en pareja con Adriana, lo supe por una carta que él me mandó a la cárcel.  Yo estaba detenida en San Juan, a Adriana la conocí por fotos”.
Cotita estaba ligada a Montoneros y estuvo detenida hasta julio del 79. Ella se enteró de la desaparición de Quinto, junto con la desaparición de su hermana Mariela y su compañero, Pedro Frías. “No me lo habían querido decir antes para no angustiarme estando detenida”.
Cotita narró cómo fue la búsqueda: “Mi mamá hizo todo lo que hicieron las madres en aquella época. Se contactó con las Abuelas”. Cuando salió de la cárcel se enteró de que Mariela y Adriana estaban embarazadas al momento de su desaparición. “Después de la cárcel, yo tuve una hija que nació en la cárcel, yo tenía un bebe que tenía un año cuando me detuvieron, fue muy difícil recomponerse”, rememora. Luego explica las consecuencias de tener familiares desaparecidos: “El ocultamiento del hijo de Quinto y Adriana, durante tantos años, tuvo profundas consecuencias en nuestra familia. Y recuerda, como su hermano Alberto que había declarado horas antes el suicidio de su hermano “Toto”. “Él fue el primero que hizo las averiguaciones, si hubiera encontrado a Sebastian quizá hubiera tenido otra vida y no se hubiera suicidado a los 32 años”, lamenta.
            Como en el relato de todos los familiares de Sebastián su encuentro les devolvió la vida: “Yo colaboraba ya hacía años en Abuelas de Plaza de Mayo. Fue una explosión”, se emociona. Cotita fue una de las primeras en conocer a Sebastián cuenta le preguntó si quería conocer a la familia y que su sobrino aceptó de inmediato: “Estás seguro le pregunté, ¡Mirá que somos muchos!”, recuerda. Para Cotita el encuentro con Sebastián la culminación de una etapa y el inicio de otra. “La genética tiene un peso terrible, esa bonhomía, esa valentía, ese sentido de justicia que tiene, es la de Quinto”, concluye.

No hay comentarios:

Publicar un comentario