María Victoria Blanco es prima materna de
Sebastián Casado Tasca, su mamá (Ana María Tasca) y la mamá de Sebastián (Adriana
Tasca) esperaban tener a sus hijos con dos meses de diferencia. Después del
nacimiento de María Victoria debía llegar Sebastián. Pero antes de que eso sucediera sus
padres fueron secuestrados y desaparecidos. Desde entonces, toda la familia los busca. Este es el testimonio de María
Victoria, en la segunda audiencia por la apropiación de su primo, Sebastián, en el Tribunal
Oral Nº1 de La Plata.
“Siempre lo supimos, mi abuela milita en Madres
de Plaza de Mayo, militó toda la vida. Nosotros siempre supimos que mi tía
estaba desaparecida y que estaba
embarazada cuando desapareció”, comenzó el relato. “Por la militancia de mi abuela era algo que
estaba presente, mi abuela fue siempre a la plaza, nosotros siempre la
acompañamos, en las marchas, en los actos, en las pintadas. Ella vive en Mar
del Plata y como es todo más, ahí Madres y abuelas están más juntas”, explicó.
María Victoria recordó que ella siempre la marcó la bandera que su abuela
portaba con la leyenda de “aparición con vida”. Ella al principio no entendía, pero
su abuela le explicaba que era el lema de ella porque hasta que no supieran
donde estaban sus hijos no iba a haber justicia. “Me acuerdo de mi abuela todo
el tiempo con eso, buscando a su hija, y esa frase es para mi la mas
contundente, y es lo que paso cuando apareció Sebastian”, resume.
En cuanto a la búsqueda de su primo cuenta que
también estuvo siempre muy presente porque sus abuelos habían hecho una casa en
Mar del Plata, para cuando su tía volviera con su hijo. “Esa casa funcionó como
casa de veraneo, mi mamá trabajaba mucho y nosotros pasábamos mucho tiempo con
mis abuelos”. Dice también que su mamá fu uno de los familiares que más
motorizó la búsqueda de Sebastián. “Se juntaba con abogados, familiares, ex
detenidos, a nosotros nos había llegado que mi tía nos había mandado a decir que
buscáramos a ese hijo de ella, era alguien que podía estar entre nosotros”. Cuenta
que primero pensaron que su primo podía ser un joven apropiado por el oficial
de Inteligencia de Gendarmería, Víctor Rei,
pero luego se demostró que pertenecía a otra familia. Pero confiesa “Ahí
empezamos a fantasear que podía estar mal, pasándola mal”.
Finalmente, Sebastián recuperó su identidad en
febrero de 2006. “El encuentro estuvo buenísimo, fue de las mejores cosas que me
paso en la vida, porque era ponerle cuerpo a un fantasma con el que convivimos
mucho tiempo. Y cuando lo ví enseguida fue familia, me gustó conocerlo”. Y
recuerda el día del encuentro: “Me llamó mi mama llorando un día `apareció el
hijo de Adriana´ y después me dijo `nos quiere conocer`. Nos tomamos un taxi,
fuimos a la CoNaDI, estaba con Luz, su novia, y ya habían llegado unos tíos míos,
y enseguida hubo afinidad”. María
Victoria recuerda ese día con precisión así como también cada una de las
palabras que le dijo a su primo. “Tenés los mejores abuelos del mundo y estaría
bueno que los conozca”. En ese momento llamó su abuela Angélica Barilli de
Tasca llorando de emoción, hablo con Sebastián y de ahí partieron todos a Mar
del Plata a encontrarse.
“Yo me sentía un poco con la responsabilidad de
encontrarlo, porque tenía que estar al lado mío. Mi mama y mi tía estaban
embarazadas en el mismo momento
Buscaba
parecidos en la gente que iba mirando”.
Por último, dedicó un párrafo para
destacar que desde su lugar siempre dejaron el espacio para que Silvia Molina,
la apropiadora de Sebastián, les explicara por qué había anotado un hijo ajeno
como propio y que sin embargo, la mujer nunca había tenido la intención de
hablarles.
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