viernes, 9 de noviembre de 2012

El encuentro con Sebastián: “Era ponerle cuerpo al fantasma con el que convivimos mucho tiempo”.


María Victoria Blanco es prima materna de Sebastián Casado Tasca, su mamá (Ana María Tasca) y la mamá de Sebastián (Adriana Tasca) esperaban tener a sus hijos con dos meses de diferencia. Después del nacimiento de María Victoria debía llegar Sebastián. Pero antes de que eso sucediera sus padres fueron secuestrados y desaparecidos. Desde entonces, toda la familia los busca. Este es el testimonio de María Victoria, en la segunda audiencia por la apropiación de su primo, Sebastián, en el Tribunal Oral Nº1 de La Plata.
“Siempre lo supimos, mi abuela milita en Madres de Plaza de Mayo, militó toda la vida. Nosotros siempre supimos que mi tía estaba desaparecida y que  estaba embarazada cuando desapareció”, comenzó el relato. “Por la militancia de mi abuela era algo que estaba presente, mi abuela fue siempre a la plaza, nosotros siempre la acompañamos, en las marchas, en los actos, en las pintadas. Ella vive en Mar del Plata y como es todo más, ahí Madres y abuelas están más juntas”, explicó. María Victoria recordó que ella siempre la marcó la bandera que su abuela portaba con la leyenda de “aparición con vida”. Ella al principio no entendía, pero su abuela le explicaba que era el lema de ella porque hasta que no supieran donde estaban sus hijos no iba a haber justicia. “Me acuerdo de mi abuela todo el tiempo con eso, buscando a su hija, y esa frase es para mi la mas contundente, y es lo que paso cuando apareció Sebastian”, resume.
En cuanto a la búsqueda de su primo cuenta que también estuvo siempre muy presente porque sus abuelos habían hecho una casa en Mar del Plata, para cuando su tía volviera con su hijo. “Esa casa funcionó como casa de veraneo, mi mamá trabajaba mucho y nosotros pasábamos mucho tiempo con mis abuelos”. Dice también que su mamá fu uno de los familiares que más motorizó la búsqueda de Sebastián. “Se juntaba con abogados, familiares, ex detenidos, a nosotros nos había llegado que mi tía nos había mandado a decir que buscáramos a ese hijo de ella, era alguien que podía estar entre nosotros”. Cuenta que primero pensaron que su primo podía ser un joven apropiado por el oficial de Inteligencia de Gendarmería, Víctor  Rei, pero luego se demostró que pertenecía a otra familia. Pero confiesa “Ahí empezamos a fantasear que podía estar mal, pasándola mal”.
Finalmente, Sebastián recuperó su identidad en febrero de 2006. “El encuentro estuvo buenísimo, fue de las mejores cosas que me paso en la vida, porque era ponerle cuerpo a un fantasma con el que convivimos mucho tiempo. Y cuando lo ví enseguida fue familia, me gustó conocerlo”. Y recuerda el día del encuentro: “Me llamó mi mama llorando un día `apareció el hijo de Adriana´ y después me dijo `nos quiere conocer`. Nos tomamos un taxi, fuimos a la CoNaDI, estaba con Luz, su novia, y ya habían llegado unos tíos míos, y enseguida hubo afinidad”.  María Victoria recuerda ese día con precisión así como también cada una de las palabras que le dijo a su primo. “Tenés los mejores abuelos del mundo y estaría bueno que los conozca”. En ese momento llamó su abuela Angélica Barilli de Tasca llorando de emoción, hablo con Sebastián y de ahí partieron todos a Mar del Plata a encontrarse.
“Yo me sentía un poco con la responsabilidad de encontrarlo, porque tenía que estar al lado mío. Mi mama y mi tía estaban embarazadas en el mismo momento
Buscaba parecidos en la gente que iba mirando”.
Por último, dedicó un párrafo para destacar que desde su lugar siempre dejaron el espacio para que Silvia Molina, la apropiadora de Sebastián, les explicara por qué había anotado un hijo ajeno como propio y que sin embargo, la mujer nunca había tenido la intención de hablarles. 

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