Mario
“Pichi” Frías es primo hermano de Sebastián (sobrino de Gaspar Onofre Casado)
y, además, uno de los querellantes en esta causa por apropiación. Durante la
primera audiencia, también prestó testimonio ante el TOF 1.
Su
declaración comenzó con un repaso de la vida de sus padres, María Segunda
Casado y Pedro Frías, ambos militantes de Montoneros desaparecidos. Su madre
estaba embarazada de entre 7 y 8 meses al momento del secuestro.
“El 23 de
junio de 1978, mi
padre se va a la mañana a trabajar y no vuelve. Por la tarde llega al domicilio
un operativo de las fuerzas conjuntas, muchas personas armadas. La ven salir a
mi madre sin resistirse, embarazada. Deciden entregarnos a mi hermana y a mí a
una familia vecina de apellido Escalante, y a mi madre se la llevan detenida. A
partir de ese momento yo no sé absolutamente nada más de mis padres, solo que
mi madre estaba embarazada”, narró Pichi. La familia Escalante no sabía sus
nombres pero radicaron una denuncia en las comisarías y lograron ponerse en
contacto con un juez de menores. Un empleado del juzgado relacionó la dirección
con la que había dejado la familia Casado y fueron restituidos a su familia
biológica. Para no separar a Pichi de su hermana, ambos fueron a vivir al campo
con sus abuelos paternos.
Luego, contó
que a partir del relato de Cotita y Toto pudo saber que tanto su madre como
Adriana Tasca estaban embarazadas y que estaban buscando a esos chicos. Más
tarde, uno de sus tíos tomó la posta en contarle quiénes habían sido sus padres
y en acompañarlo en su búsqueda.
“Yo sigo
buscando a mi hermano o hermana. Finalmente encontré algo más, que es un primo
hermano”, relató Pichi ante el Tribunal y explicó que con los años tomó la
posta de esa búsqueda, acompañando a Cotita, conociendo a Ana, a Angelita, y tomando
contacto con otros nietos y chicos que buscan.
También
contó que desde Abuelas de Plaza de Mayo estaba “acostumbrado a ver los encuentros”.
“Me parecía lógico que así iba a concluir esa búsqueda. Estaba preparado, se
está acompañado”, dijo y detalló: “Con todos los miedos, responsabilidades,
Sebastián nos ha permitido generar un vínculo muy rápido. Fue además tomar
conciencia de que la búsqueda de las Abuelas, de los familiares, personal, puede
dar un resultado. Esa certeza de encontrar a mi primo me da la certeza de seguir buscando a mi hermano”.
En relación con
su primo, dijo que recuperaron “alocadamente el tiempo perdido” y que facilitó
las cosas que la familia tenía “muy arraigada la búsqueda” y que Sebastián
“tenía un grupo de amigos que lo acompañó” en su proceso.
Al ser
interrogado acerca de si pudo hablar alguna vez con Silvia Molina, apropiadora
de Sebastián, Pichi respondió que no,
que ella debe “rendirle cuentas a la justicia”. Y concluyó: “Esto que nos
sucedió a todos -tíos, primos, sociedad- se pudo realizar gracias a la
participación de mucha gente. Fue una dictadura cívico militar. Creo que en el
plan sistemático de robo de bebés participó tanto personal de las fuerzas de
seguridad como civiles”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario